Habitualmente, los fondos expuestos en el San Telmo Museoa de San Sebastián no superan en su datación la década de los ochenta; esa barrera se esquiva en su muestra “100 años. Lo moderno y/ o lo contemporáneo”, que ha comisariado Peio Aguirre y que puede contemplarse tanto en su sala dedicada al arte de esa región como en el hall de entrada del centro, el torreón, la sala de industrialización y el coro.
Dado que un siglo es periodo suficiente para rastrear cambios y evoluciones y obtener algunas conclusiones, este proyecto busca examinar el devenir de la creación en el contexto vasco desde los años veinte, cuando la influencia de las vanguardias surgidas en París se generalizó en Europa y comenzaron a sentarse las bases de un arte con sello propio en estas provincias, hasta la actualidad, tiempo en que lo local y lo internacional, al igual que lo individual y lo colectivo, confluyen permanente en los trabajos de numerosos artistas.
Esta exhibición se nutre de las colecciones de este espacio, en algún caso adquiridas en los últimos años, y de las de instituciones como la Fundación Kutxa y la Diputación de Guipúzcoa, y plantea un recorrido no del todo lineal, pero sí enfocado desde el pasado hasta el presente y, en cierto círculo geográfico, desde San Sebastián a su provincia y al conjunto del País Vasco. El eje de la exposición lo constituyen los nexos y asociaciones que es posible encontrar entre unas y otras piezas, que en palabras del comisario componen un tupido tapiz que el espectador ha de poder detectar de forma natural.
Partiendo de quienes se abrieron primero a las novedades llegadas de Francia en el periodo de entreguerras europeo, avanza la muestra presentándonos obras de autores vascos que supieron conjugar una voluntad de apertura con la captación de escenas costumbristas, romerías y tipos característicos, como Aurelio Arteta, Jenaro de Urrutia, José Miguel Zumalabe o Julián Tellaeche. Paulatinamente, adentrándonos en los treinta, la modernidad se plasmó en el gusto por miradas a la vida social y sus nuevos dandis (Guezala, Lagarde).
El eje de “100 años. Lo moderno y/ o lo contemporáneo” lo constituyen creadores ligados a una vanguardia quizá genuinamente vasca -como Nicolás de Lekuona, Jorge Oteiza o Narkis Balenciaga-, que tomaría altura en los sesenta, tras una fase de menor actividad en los cuarenta y los cincuenta, de la mano del grupo Gaur, deseoso de recuperar lazos con la modernidad internacional y de insertar el arte en las inquietudes colectivas de la sociedad. De él formaron parte Amable Arias, Néstor Basterrechea, Eduardo Chillida, Remigio Mendiburu, Jorge Oteiza, Rafael Ruiz Balerdi, José Antonio Sistiaga y José Luis Zumeta, y la figura de Ibarrola también resultó decisiva en ese momento.
Entre los grandes representantes de la pintura en esta muestra podemos citar a los neocubistas Gracenea y Gonzalo Chillida y a artífices de nuevas figuraciones de cariz onírico o neoexpresionista, como Goenaga, Ameztoy o Nagel. Visiones más subjetivas y personales marcaron Antonio Valverde y Marta Cárdenas; en el terreno de la Nueva Escultura, no podían faltar aquí Txomin Badiola, Ángel Bados, Juan Luis Moraza y Elena Mendizábal. La renovación de sus caminos en las últimas décadas la encarna Miren Arenzana.
Y entre las citadas adquisiciones últimas que contemplaremos figuran las de piezas de artistas que comenzaron a trabajar en los años noventa y en disciplinas diversas, del fluido vídeo a la escultura más corporal: Itziar Okariz, Isabel Herguera, Asier Mendizábal, José Ramón Amondarain, June Crespo o Ibon Aranberri. De la mano de unos y otros, San Telmo Museoa quiere incidir en su compromiso con el examen de la memoria del pasado y con los desarrollos por llegar de la creación vasca; esta es la primera de una serie de exposiciones que se presentarán cada dos años a partir de su acervo y que tendrán diferentes comisariados.
“100 años. Lo moderno y/o lo contemporáneo”
Plaza Zuloaga 1
San Sebastián
Desde el 13 de abril de 2024
